En las 3 prácticas que he realizado hasta el momento, he tenido los mismos pareceres; al comenzar a leer me voy haciendo escéptico y al final veo un rayo de luz al final del túnel.
Los nuevos tiempos están haciendo que las generaciones estén cada vez más preparadas, y tengan más claro que se trabaja para vivir y no al revés. Los tiempos tan duros que nos anteceden nos han hecho llenar las universidades en tromba, ante el bombardeo de consejos de todos los familiares que nos rodean: "Estuduia y no seas tonto". Estamos en las mismas que antes, todos tan preparados y tan pocas posibilidades para trabajar.
Tras una o más carreras, diversos cursillos y no se cuántos idiomas, al final, el puesto de trabajo, se decide, como toda la vida...cuestión de actitud. La actitud es la diferencia en este mundo tan competitivo. La predisposición, la flexibilidad y la capacidad de adaptación pesan más que todo lo citado al comienzo de este párrafo.
En definitiva, tendremos que ir mentalizándonos, a ser capaces de leer la situación del mercado, es decir, cuales son las situaciones laborales emergentes, que más posibilidades ofrecen, y adaptarse, ser flexibles y eliminar las exigencias que antes nos hubieran hecho aceptar el tercer empleo que nos ofrecen en lugar del primero como ocurrirá ahora.
En definitiva, que más que correr hay que volar, ahora más que nunca, no importa los idiomas que hables si eres incapaz de aceptar que la situación es un constante cambio...actitud, adaptación, cosas que dificilmente te podrán enseñar en ningún lugar...o a lo mejor sí...enseguida darán diplomas por ese tipo de valores.
A mí me pasa igual, y es debido a la propia naturaleza humana.
ResponderEliminarNo acabamos de ver las cosas hasta tenerlas plasmadas, releídas y analizadas. ¿Hay luz? Claro que la hay. Pero para aquellos que decidan caminar en esa dirección en lugar de esperar que se encienda otro farol.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo: la clave es la adaptación.